Tenía muchas ganas de visitar la zona de los Monegros, con ese desierto tan atípico y tan cerca de los Pirineos. Confieso que estaba señalado en mi lista de lugares curiosos e increíbles para hacer una sesión de pareja, preboda o postboda.
Y con ganas de que me dijesen que sí, se lo propuse a Pilar y Ruben. Aceptaron la aventura y prácticamente en 24 horas, nos veíamos en Aragón, en un pueblecito llamado Sariñena, en pleno corazón del desierto de los Monegros. La excursión por los alrededores fué la excusa perfecta para un reportaje fotográfico, buscando su espontaneidad, complicidad y divertirnos sin más, recordando en muchas ocasiones, esas clásicas películas del western de Sergio Leone.
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