Pienso que la vida es un continuo cambio, algunos producidos por accidentes y otros provocados por nosotros. Da igual el culpable. Lo que importa es que nuestra realidad cambia.
Como fotógrafo de reportaje social, me obsesiona documentar los distintos momentos o etapas en la vida de una pareja y eso sumado a mi manera de fotografiar, crea un vínculo afectivo con ellos del que es muy difícil separarme.
Ana y Xavi son una de esas parejas. Su historia ha servido para crear nuestra propia historia. De alguna manera, me siento identificado con sus circunstancias. Ellos tienen cambios que celebrar y otros que olvidar. Nuestra realidad ha cambiado. Y en ese cambio siempre hay un inicio y un final. Lo que podría llamarse “El principio de lo eterno”.
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