No es fácil que un desconocido llame a la puerta de una casa y entre durante unas horas a fotografiar como es un día cualquiera en la vida de una pareja. Imaginar hacerlo en plena cuarentena. Es aquí donde entra el concepto de inmune y no como un adjetivo biológico o médico, sino más bien como una cualidad psíquica de algunas personas. Ser inmunes a la pasión, al riesgo de vivir o incluso de amar en tiempos de pandemia.
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